Aquí se escriben cartas para fantasmas
Lo que más duele de terminar una relación es todo lo que no pasó, todos los planes que habíamos hecho con la persona en cuestión y que de un día para otro desaparecieron en el mejor de los casos y en el peor escenario… esos planes los está haciendo con alguien más.
Octubre 2012
Anoche soñé contigo, te digo esto porque tienes qué saberlo. Te soñé de la manera más absurda y más cruel que mi mente pudo recrear.
Te grité cosas que merecías, te hice daño.
¿Te acuerdas de todos los planes que teníamos? Recorrer el mundo juntos, tatuarnos un ancla en el tobillo izquierdo, subirnos a las montañas rusas más peligrosas que existen, comprar una casa con una terraza para comer en familia los domingos, tirarnos de un helicóptero en movimiento y besarnos al aterrizar.
Un día sin más dijiste adiós, desapareciste y apareciste como los magos: meses después con una foto de perfil de un ancla tatuada en el tobillo izquierdo.
Qué triste que hayas renunciado a lo que teníamos, que no era mucho, pero era todo. Qué triste que no hubo el valor para decir: Contigo no. Pero reapareces continuamente, como un fantasma, con un mensaje o una llamada pidiendo mi amistad. No. No merezco esto.
En el sueño y en esta última carta te lo pido: Déjame ir.